En el lago de Nicaragua, llamado por los conquistadores españoles “el mar de agua dulce” por su inmensidad; sobresale la isla de Ometepe cuyo nombre en náhuatl significa “dos cerros”. La isla de 276 kilómetros cuadrados alberga a dos majestuosos volcanes unidos por un corto istmo, y es actualmente uno de los destinos naturales preferido por turistas nacionales y extranjeros por su ambiente hospitalario y tranquilo, sus hermosos paisajes, sus dos volcanes, la riqueza arqueológica, sus tranquilas playas y sus numerosas reservas naturales y bosques donde puede apreciarse una importante biodiversidad.
Desde siempre, la isla ha representado un destino paradisíaco. En tiempos precolombinos, según relatos obtenidos por historiadores, tribus indígenas se desplazaron del norte hasta Centroamérica en búsqueda de un paraíso vislumbrado por sus sacerdotes: una tierra formada por dos cerros, y en sus andares lo encontraron. La isla de Ometepe se convirtió entonces en un santuario habitado por una mezcla de diversas tribus y culturas, lo cual es revelado por la enorme cantidad de petroglifos, cerámica y estatuaria que pueden apreciarse en toda la zona.
Waoh, yo no conozco esta isla y con toda esta información me encanaría conocerla. Muy bien muy bien. Bonito. Fantástico blog, felicidades. n.n
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